Macri, frente al edificio que se derrumbó el viernes, explicó que ya ordenó la redacción de “un proyecto de ley que debe ser aprobado por la Legislatura” para expropiar el edificio que se vino abajo para así “en un par de semanas tener un instrumento para empezar a devolverle la vida a quienes perdieron sus casas”. Se le entregará a cada damnificado por el derrumbe “la plata” para que pueda comprar "una vivienda equivalente" a la que tenía.

Será el Banco Ciudad el que haga una tasación de los inmuebles derrumbados para establecer "lo que corresponda". A su vez prometió que se estudiará si se puede generar "algún sistema de compensación adicional" para responder por los bienes que los vecinos perdieron bajo los escombros.

Macri sostuvo que busca la mejor solución para los afectados por el derrumbe ya que un juicio "lleva años". Y agregó que no quieren que las familias "tengan que esperar años para tener una solución", por lo que el estado estará presente para brindarles "una solución rápida y a corto plazo".

Preguntado por periodistas sobre la autocrítica que le corresponde al gobierno porteño por lo ocurrido, Macri dijo: “estamos trabajando mucho, la emergencia funcionó” y señaló que gracias a los controles “se logró que tengamos desaparecida una persona y no que cientos de personas hayan quedado atrapadas”. Sin embargo, no se profundizó en que según registros de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) las contratistas incumplieron con las normas que las obligan a detallar los procedimientos para excavar o demoler y que el gobierno porteño fue advertido y, según voces opositoras, no inspeccionó. Disparador, tal vez, para que en una conferencia de prensa el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, diga “Cuando hay una continuidad de eventos en la misma dirección no se puede hablar de hechos aislados. El resultado tiene que ver con un estado ausente. Un estado al que no le preocupa la construcción de viviendas, le preocupa el mercado de la construcción de viviendas”.
En la misma conferencia el diputado del FPV, Juan Cabandié sostuvo que “en la gestión de Mauricio Macri hubo 20 derrumbes y nueve personas fallecidas. La única forma de frenar la embestida inescrupulosa del mercado inmobiliario es con el estado”.

Sin embargo, volviendo a la conferencia en B. Mitre, Macri insistió en que “el estado estuvo presente”, al señalar que “hubo seis inspecciones”. Y reconoce que han notado que “el pozo no era el correspondiente, ellos [los de la obra] siguen alegando que se hizo según los planos, los peritos tendrán que venir y evaluar”. Macri sostiene que “el estado estuvo media docena de veces, pero no podés estar las 24 horas del día al lado del profesional, es lo mismo que si el gobierno tuviera que poner otro médico para controlar que se opere bien" (cualquier parecido con el incendio en República de Cromañón es pura coincidencia). A su vez admitió que hechos similares al derrumbe “nos ha pasado en tres casos” y reconoció que “no debió pasar en ninguno”.

U.K.